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“Este avistamiento fue con una compañera, estábamos atentos a ver cosas en el cielo, me encontraba en España y teníamos binoculares, fue a las 5 de la tarde y podíamos ver una estructura metálica que estaba cerca de las montañas y se movía mediante un sistema de engranajes o como un ventilador y la misma gravedad lo hacía permanecer levitando. Cada pliegue o capa mecánica girando en los lados contrarios, haciendo una especie de energía o aire que le hacía levitar, fue de paso y lo perdimos de vista. De colores negros y metálicos, pequeño, del tamaño de un perro grande. Mantenía su ritmo y movimiento exacto, fuera de todo lo pensado. El primer OVNI de ella”.